Cuando nos despertamos Okaasan ya tenía preparado el sasa 笹 ( árbol de bambú en el que se cuelgan deseos para el Tanabata (七夕), donde estaban las tarjetas que escribimos el día anterior !
Cuando llegamos a Tokyo estuvimos un ratito paseando por Ameyoko y comimos en un pequeño restaurante de boles de gyudon (ぎゅどん)。Es un poco raro porque coges un ticket antes de comer, como los helados del San Remo! Estaba muy muy rico y el sitio bastante curioso. Te sientas en la barra, recogen tu ticket y te traen la comida. Tienes agua al gusto y salsas de muchos tipos para poner. El bol de miso está incluído!
Luego dimos otra vuelta por Ueno porque no nos daba tiempo a ir a ni un sitio más , pero vinos un templo en el parque que no habíamos visitado.
Cerca del templo y la estación está el museo de ciencia y el museo nacional. Vimos los trenes!
Y la ballena gigante!
Y corrimos a la estación para volver. En la estación paramos en una floristería a coger un ramo para la Okaasan, y escogimos uno muy bonito, que nos gustó un montón. Menos mal que la florista nos dijo que era un ramo funerario y lo cambiamos por uno menos xeitoso pero más adecuado ;).
Llegamos a casa a tiempo para cenar ... Más sushi! Y Tonkatsu (トンカツ) que son trozos de cerdo rebozados y fritos muy ricos !
Cuado acabamos de cenar fuimos a jugar al béisbol. Básicamente a la máquina que te tira las bolas y tu bateas lo que puedes. La verdad es que lo pasamos muy bien, aunque Sho fue el que mejor lo hizo, Otousan fue el que tuvo más estilo!
Volvimos a casa para hacer los churros prometidos. La verdad es que salieron bastante bien y parecían contentos de aprender. A Kaori y a Otousan parecen gustarles mucho así que churrera en mano, okaasan aprendió rápidamente. Somos los primeros churreros de Saitama! Ya muertos de sueño intentamos aprender a jugar al shougi (将棋). El ajedrez japonés... Pero más difícil. No salió muy bien...
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